Memorias de un 03 de Febrero

Memorias de un 03 de Febrero

Clima: Oscuro y helado.
Estado: Adolorida de la espalda.
Animo: Promedio.
Interés acutal: Terminar esto rápido again.
Pensamiento: Me alegra actualizar esto. Ahora a misa.
Razón para subir esto: Renovar algo.

Todas las personas tienen algo valioso que definitivamente salvarían en un incendio, ya sea algo material o no. Yo también tengo algo así: Un tesoro. Pero no un tesoro cualquiera, sino un con todos mis recuerdos y objetos valiosos en un sentido sentimental y profundo para mí.

Puedes verlo, tenerlo frente a ti y no verias más que una linda bolsa con Happy Face de colores y un borde negro con puntos blancos arriba. Pero incluso esa bolsa en si es parte del tesoro. Si ves adentro solo verías unas joyas de fantasía y una cajita negra con tapa blanca, asimilando un naipe, con una esfera purpura en el medio y unas Q en las esquinas. Un naipe navideño pintado en la tapa. ¡Eso es parte del tesoro también!

De afuera hacia adentro explicaré todo;

1. La bolsa con las Happy Face es la bolsa en la que me dieron mis regalos el dia de mi cumpleaños número 18. Tiene una pequeña calcomanía algo sólida de una calabaza en la parte de enfrente: El día de mi cumpleaños compré un café en mi creeperia favorita, donde taparon el café de avellana con esa calcomanía. Ese día fue el único que recuerde de mi vida en que fui a comer con mi padre a solas. Me contó cosas como porque no le habla a sus hermanos e historias de su infancia. Ese día lo recuerdo con solo ver una calcomanía.

2. Adentro, hay 8 piezas de joyería, aunque no son valiosas económicamente. Todas amontanas en una esquina, pero acomodadas siempre con cuidado: 
× Un collar con un enorme dije rojo en forma de corazón, de plástico. Mi hermana me lo regaló el tiempo que estuvo viviendo aquí hace muchos meses.
× Un collar con un dije de un buhó con un estomago hecho por una joya tornasol. Lo compré en un puesto de joyería que se puso en el parque frente a la casa, durante muy corto tiempo. El vendedor dijo que ayudaba a la sabiduría. Lo uso de vez en cuando para presentar exámen.
× Un collar con un hermoso dije en forma de manzana, con varias joyitas de colores incrustadas. Algo tan hermoso que siempre que lo uso todos lo halagan. Lo compré con mis amigas, pagandolo en partes iguales, la vez que fuimos al cine por el cumpleaños de una de ellas, que irónicamente no pudo ir. La película fue: Retratos del más allá. Nos moríamos de risa por los chistes que haciamos entre nosotras.
× Un reloj digno para niñas pequeñas, rosa, ajustable sin necesidad de broche y de Hello Kitty. Infantíl, femenino y algo apretado... me lo regaló mi madre un día, como regalo adelantado por mis 18 años.
× Un collar negro algo tosco y una pulsera negra gruesa con varias manchas plateadas como de vaca. Regalos que venían originalemente en la bolsa.
× Un hermoso collar/reloj plateado, con un diseño de girasoles en la parte de atras. Siempre amé los relojes que son como collar, aunque no se el nombre. Vi unos de oro un día en un puesto callejero, muy caros... mi madre me regaló este por mi cumpleaños.
× Unos aretes plateados largos de plástico con una curiosa forma que recuerda a Micky Mouse, por las tres joyas redondas que cuelgan al final. Nada demasiado especial, solo un caprichito en una tienda callejera en una calle que me gustaba mucho.

3. Todas las joyas estan en una esquina porque del otro lado hay una caja, con el naipe dibujado arriba. Una caja con chocolates, que compré sin siquiera importarme el contenido. La caja en si era preciosa. Lleva dentro muchos granos de café que tome de la pecera de mi tío cuando estuve en Guadalajara, con su permiso claro esta. Junto a ellos, hay dos dulces de caramelo sin abrir, recuerdo del día que fue a comer con mi padre: El no es muy fanático de la menta y me lo dio... a mi tampoco me gusta la menta. Pero debajo de tantos granos de café, o más bien a un lado, hay un cofre dorado con un brochesito para abrir y cerrar: El tesoro original.

4. Un lindo cofre muy pequeño que compré hace años en una tienda de antiguedades que ahora es un salón de belleza... según el letrero. Lo amé de inmediato, y sigo amandolo. Lleva dentro los tesoros que debo cuidar más:
× Un collar más, pero con un dije en forma de cofrecito plateado con espacio suficiente para un mini papel perfectamente doblado. El papel no es más que un recordatorio de amor: Rey del Kyun de un lado, y del otro el nombre completo de mi esposo con un corazón, un Te amo y unos apoditos románticos. Difícil de abrir y de guardar.
× Un dije, sin collar, con la forma de un naipe. ¡AMO LOS NAIPES! Un corazón gigante en medio y otros chiquitos en las esquinas. Un naipe de amor, belleza, azar y diversión.
× Un anillo, de esos feos y grandes de maquinitas de monedas, color negro con el kanji del amor en blanco y un corazón al lado. Una enorme coincidencia, porque cuando jugué en la maquina, pensaba en mi marido.
×  Otro dije... un relicario, de plástico plateado. En forma de corazón con una foto mia y de mi madre, de hace casi 10 años, abrazandonos. Del otro lado mi padre sonriendo, con una rayón en su sonrisa, producto de la antigüedad de la foto. Una linda y sonriente familia feliz.
× Otro collar, que por mucho tiempo considere de buena suerte, de un corazón con dos enormes alas plateadas. Su cadena se rompió pero no quise quitarla.
× Un papel doblado con el nombre completo de mi viejo hermano Misael. Hace mucho no hablamos. Escrito en un arranqué con un delineador para ojos.
× Un kuhapili plateado, creo que para la suerte... la amistad.. o el amor. No recuerdo, escribí de eso en mi metroflog. Tampoco recuerdo la descripción que me hizo comprarlo. Pero es encantador.
× Un dije en forma de bolso, con joyitas rosas... ni idea de que hará ahí. Igual se quedará ahí.
× Una piedrita negra, una joya, envuelta en alambra de cobre rojo para que fuese un dije. Mi padre lo hizo así, porque la joya venia como collar pero se rompio la cadena. La usaba diariamente en la secundaría y mi padre me alegró eternamente al arreglarlo así.
× Los aretes más antiguos que tengo, uno sin una joya. Los amo mucho, y son una forma de recordar a los aretes que me pusieron practicamente en cuanto nací. Si, he tenido agujeros en las orejas para los aretes desde hace 18 años.
× Una piedrecita plateada que parece un imán... no lo es. Pero creo que me trae suerte según mi signo, los imanes igual. Ey Toki: DESTINY.
× Un anillo plateado con joyas negras, que igual use mucho en secundaria. Me fascina.
× Un pequeño anillo de cuentas rosas y blancas, con las iniciales VMMC. Me lo hizó mi mejor amiga en sexto de primaria. Con un kit mío para hacer joyas a mano. Me queda grande, en ese entonces también. Aun recuerdo el nombre de mi amiga: Viviana Mota Ceceña. Aunque talvez la MC y sean de Mónica, mi segunda mejor amiga.
× Un par de aretes de la conciencia que me regaló mi abuelo materno, aunque justo ahora solo encuentro al ángel, el diablito ha de esconderse por ahí. Siempre he amado los aretes de la conciencia, pero me molestaban tanto al dormir que creo llegé a sangrar, por eso estan guardados.
× Cuando tenía 10 años, mis padres me compraron una rosa de cristal roja después de insistir por meses. La rompí a los días por error, e inmediatamente guarde la parte a salvo en el cofre. Solo quedaron dos pétalos, pero no quiero tirarlo: Es recuerdo de que aun si te equivocas o cometes un error, todo estará bien. Todo sigue bien.. excepto que se rompio denuevo un trozito. Joder.
× Un billete de 20 pesos que ya ni tiene valor en los bancos, pero que me gusta más que nada por eso mismo. Mi madre me lo dio cuando se lo encontró un día.
× Un grupo de monedas bonitas, unas italianas, otras gringas y otras de distintos países. Monedas demasiado lindas para tirarlas aunque no valgan nada. Son unas 8, creo. Luego detallaré de ellas.

Un tesoro que amo tanto que aunque se quemé la casa deberé salvar... o a la laptop (?)
















Moraleja: Ese cofre terminará estallando un día. Como cuesta cerrarlo e,e.

Memorias de un 02 de Febrero

Memorias de un 02 de Febrero

Clima: Soleadamente frío.
Estado: Arrodillada en un sofá (?)
Animo: Mmh...
Interés acutal: Terminar esto rápido.
Pensamiento: Sakura aveces es odiosa.
Razón para subir esto: Desahogarme.

Odio a las personas que dicen perdón.

No, no realmente. Solo odio que las personas digan "Perdón." Que se disculpen, que se arrepientan de sus acciones, que se sientan culpables si cometieron un error, que sientan que estan severamente mal, que lamenten lo que han hecho y que rueguen por el perdón de los demás. Lo odio.

Nadie debería sentirse culpable por lo que han hecho. Si hicieron algo mal, pues que bien, son humanos y cometen errores. Sentirse mal por sus errores también es aceptable, son humanos. Pero sentir que han cometido una falta grave que solo podría borrarse con el perdón y la amabilidad de los demás es odioso.

¿Hiciste algo malo? No te disculpes, solo aprende de tus errores y fin. Sigue con tu vida y trata de mejorar. ¿Qué has lastimado a alguien? Bien, dile que no era tu intención o que te haras responsable de sus heridas, pero no te disculpes. No supliques por el perdón a alguien más, perdonate a ti mismo y sigue con tu vida.

¿Pero por qué odio que las personas se sientan culpables? Porque es como si se arrepintieran de sus acciones, de su pasado, de lo que son ahora gracias a eso, es como si odiasen parte de su vida. Eso es horrendo en todo sentido. Las personas deberían estar orgullosas de sus errores porque gracias a eso crecen, deberían estar felices si comenten estupideces o fallas porque gracias a eso maduran y aprenden.

Sentirse culpable es todo lo contrario a eso. Talvez por eso tampoco me llevó bien con los religiosos.

Así que... si dices perdón, al menos que sea hacia ti mismo y perdonate de inmediato. Porque solo de esa manera puedes continuar; si las personas no te perdonan solo se lastiman a si mismos. Es peor la carga de odiar y sentir rencor hacia alguien que de perdonar aún la falta más grave que se te pueda ocurrir.












Moraleja: Si me pides perdón por algo, desesperadamente, te golpearé hasta que sientas que quien debe disculparse soy yo. Y no lo haré.