Memorias de un 01 de Agosto

Memorias de un 01 de Agosto

Clima: Cálido
Estado: Enamorada
Animo: Feliz
Interés acutal:
Mi marido ♥

Pensamiento:
Muh, espero te guste Hen

Razón para subir esto: Regalo de aniversario


La mayoría de las personas creen que el cielo y el infierno están en otro lugar, un lugar que solo podrás conocer cuando mueras. Ir a cualquiera de esos dos lugares no es cuestión de azar, sino que dependen de tus acciones en el mundo terrenal donde coexistimos.

En esos lugares, existen dos tipos de seres: Ángeles y demonios. Y ambos son las representaciones del lugar donde se crearon. Rara vez tocan nuestro mundo terrenal, y si llegan a hacerlo es por una razón importante. Los demonios para crear caos, destrucción y discordia; los ángeles para traer paz, reflexión y espiritualidad. Ese tipo de cosas creen la mayoría de las personas.

Pero en realidad, ambos no son tan diferentes a los humanos como se piensa. La única diferencia, tal vez, es la forma en que han decidido llevar sus vidas. Realmente, no existe una división a base del bien y el mal, sino de la felicidad e infelicidad. Los demonios son infelices, y buscan una falsa felicidad mintiéndose a si mismos. Los ángeles son felices, irradiando esa felicidad a su alrededor. Los humanos viven en una línea entre ambos. Pero eso no cambia que sean ángeles, demonios o humanos.

Y así los tres vivimos en el mismo plano existencial aunque sea por unos momentos. Pero los humanos hemos decidido evitar esa realidad, sin saber que eso nos hace inclinarnos más a un lado de la balanza… y que tal vez no sea el lado apropiado.

Mirándolo de esa forma, seria normal que un ángel y un humano se encontrasen. Pero no es normal que uno se de cuenta de la verdadera esencia del otro, y menos cuando este lo ignora o lo oculta. O tal vez cuando un simple encuentro e intercambio de palabras no es suficiente.

Eso parecía ser lo que sucedió cuando un arcángel se encontró con una humana, hace ya demasiado tiempo. La humana no notó la verdadera entidad de aquella persona, a quien no miró más que como a un hombre cualquiera. Y el arcángel no mostró interés alguno en la humana, que parecía ser una gota más en el océano.

Y ambos siguieron su camino, apenas mostrando interés en ese encuentro. Hasta que nuevamente se encontraron, esta vez de forma ciertamente más brusca. Nada del otro mundo, más que dos personas tropezándose entre sí por un momento de distracción. Pero uno de los dos comprendió que eso era más que un encuentro cualquiera. No fue el arcángel, fue la humana. Y eso era algo raro.

Pero decidió dejarlo pasar, simplemente se disculpó como su ego le permitía y se fue. Y el arcángel, olvidándose de lo que era un momento, se molestó. Y fue tras ella buscando así que dejase su ego y se disculpase en verdad. Y por un momento, funcionó. Porque al final una humana no se compara a un arcángel, y finalmente éste obtuvo lo que buscaba. Pero nuevamente, ella cediendo a sus instintos mortales buscó algo en el, algo que le hiciese recordarla, para retribuir así el que el le hiciera recordarlo.

Y después de eso, se fueron, cada uno por su lado. No siendo ahora más que dos personas que tuvieron un encuentro en algún momento de sus vidas que no podían olvidar. Y fue precisamente ello que les hizo buscarse de nuevo, una y otra vez cayendo en sus instintos.

Y ahora aquella humana, que en realidad no era más que una joven perdida, sabía la razón de porque le pareció haber visto algo la segunda vez que se encontraron. Ya no se sentía tan perdida a su lado, aunque fuese por unos momentos. Pero fue después que comprendió la verdadera razón.

Un arcángel es un ser celestial, y un ser celestial no puede vivir en el plano terrenal por tanto tiempo como quisiese como si fuera un ser humano. Menos alguien como el, que estaba por encima de los ángeles comunes que los humanos tanto adoraban y los demonios tanto aborrecían. Y después de tanto tiempo la razón por la que había caído en ese lugar se remedio. Sus alas antes resquebrajadas habían sanado.

Pero para su lamentar, era la razón por la que sanaron que le impedía volver al cielo pacíficamente como correspondía: aquella humana que no parecía ser especial la primera vez. Y ahora ella, consiente de toda la realidad a su alrededor, consiente de su verdadera esencia, parecía estar a punto de caer en el infierno por el miedo a quedar sola nuevamente. A sentirse perdida nuevamente.

Porque al final, los humanos necesitan algo que les haga felices, por insignificante que fuese, desde un simple recuerdo o una ilusión de vida hasta algo que le diese un sentido a su existencia. Y ella había encontrado esa felicidad y esa razón de vivir en un arcángel. Y a diferencia de ella, el podía existir pacíficamente sin un motivo así; pero ya el tenía una razón también.

Incluso aun separados, ambos estarían juntos como un ángel de la guarda protegiendo al humano que le designaron desde el comienzo de su existencia. Pero ella, como todo humano, era víctima del miedo; el miedo a no poder estar más al lado de quien necesitaba, del miedo de que no poder verle más, y del miedo de que él tal vez no logrará encontrarla desde el cielo sin importar que tan buena fuese su vista.

Y a pesar de las palabras de aquel arcángel, quien le aseguraba tener una vista infinitamente superior, lo suficiente para encontrarla inclusive estando bajo tierra, tan poderoso incluso para protegerla del destino o tan cálido incluso para hacerle sentir que estaba a su lado desde una distancia como ésa, ella seguía teniendo miedo. Y siguió teniéndolo hasta el momento en que él alzo vuelvo, tal vez para siempre.

Aun así, aun con el rostro empapado de sus lágrimas, aquella joven asustada hizo lo posible para que aquel arcángel nunca la perdiese de vista. Hizo hasta lo imposible, aun yendo contra los estatutos, contra la sociedad o contra la corriente, solo por hacerse notar lo suficiente para que él lograse verla, incluso si eso le impedía verse a si misma. Pero a pesar de lo profundo que era su sentimiento, su razón para tal acto, al final esto no le provoco más que su propio fin.

Los humanos son seres asustadizos, y es ese mismo terror lo que les hace evitar la realidad en primer lugar. Y es ese miedo que les hace sospechar, aborrecer y juzgar todo aquello que les es incomprensible, intentando así proteger su frágil existencia. Una existencia carente de alas o de una felicidad eterna. Y fue ese mismo miedo lo que les hizo ver a aquella humana, que ahora era tan distinta para ellos, lo que les hizo verla como un peligro su existencia.

Y ante la vista del arcángel, se fue. Pero él, como ser celestial que era, sabía que ella estaría en algún otro lado. Pero como ser parecido a los humanos, incluso en apariencia, justificó sus sentimientos como retribución divina. La misma retribución divina de la que él era representación. Y fue así como aquellos que hicieron que aquella humana se fuera, se fueron también.

Pero justo ahora… una humana en otro lugar nuevamente intenta hacerse notar. Intenta brillar como una estrella, intenta gritar como si usase un altavoz, intentando irradiar con su presencia como una antorcha. Pero a diferencia de la humana que el arcángel encontró cuando sus alas estaban heridas, esta humana tiene una razón, aunque basada en su temor y su amor, aun más profunda.

… “En este mundo, donde las personas no son más que gotas de agua en el océano, yo quiero ser diferente. Quiero ser aunque sea una pequeña gota de aceite, porque de otra forma no podré saber donde estoy, no sabré quien soy… no sabré si existo o no. Y de esa manera, si yo no reconozco mi propia existencia… ¿Cómo alguien más lo hará?... ¿cómo mi Uriel lo hará?”…





Moraleja: Te amo.

1 comentarios:



Lockon . Stratos dijo...

Me encanto todo, hace mucho no me perdia leyendo de esta manera, que especial me haces sentir Clau, a pesar de sentirme indigno, no darte todo el tiempo del mundo, no tenerte a mi lado ya mismo, soñarte apenas me hace delirar, distinguirte es de lo mas facil ¿como podria vivir yo sin ti despues de todo lo que hemos pasado? nos hemos aceptado tal cual somos, nos amamos como nadie nos podria amar, nos hemos enseñado el uno al otro que los miedos son distantes, pues aun asi los sintamos si confiamos en el otro no pasara nada malo, gracias a todo lo que he pasado contigo a cumplir dos años siento tuyo y tu mia me siento mas adulto, mas conciente de que te tengo a vos en mi vida y soy feliz por ello, tambien por eso me haces falta a toda hora, incluso en mis sueños donde solo nuestras almas emiten sus resonancias acercandonos mas de lo que deberian, amo ser tuyo, amo que me acosaras ese dia en un estupido chat, odio no estar justo a tu lado pero amo que podre estar junto a ti en poco tiempo, amo toda la valentia que me das, los sueños, la calidez y paciencia, no lo merezco pero ni loco te dejaria ir, eres mia y de mi no vas a escapar pues me haces sentir un rey completo, tu eres mi reino, sin ti no seria nada.

Te Amo e infinito ya es muy poco.
Uri.~